sábado, 10 de diciembre de 2011

PICAMILLS, MAGNA CUM LAUDE




España


Una vez he podido constatar que todos los defectos de Antonio Picamills han sido heredados por sus imitadores al respecto de las ediciones de agendas taurinas, con ello me siento satisfecho. Son casi veinte años en esta labor en que, Picamills, a su “agenda” la supo bautizar como el DIETARIO TAURINO y, el nombre no podía ser más acertado.
Decía la mamá de Facundo Cabral que ella no usaba agenda porque hacía solo lo que amaba y eso, se lo recordaba el corazón. Doña Sara, de haber vivido en estos tiempos, con toda seguridad, sin usar agenda hubiera comprado el DIETARIO TAURINO  de Antonio Picamills, y lo hubiera hecho porque doña Sara prefería sorprenderse antes que saber y, dicha obra le hubiera sorprendido.

Años tras año me sigo sorprendiendo ante la creatividad de Antonio Picamills que, rociada de la más absoluta hipérbole creativa alcanza cotas insospechadas. Su trabajo, valorado por los sabios y envidiado por los mediocres, no deja indiferente a nadie. ¿Cómo definir la obra de Picamills? Es difícil porque es el mismo Picamills el que cada año nos lo pone más difícil; pero es su reto, su compromiso ante sí mismo y su deseo incontrolado para que su trabajo llegue al corazón de las gentes y, a fe que lo logra.
La emotiva introducción del DIETARIO TAURINO me llega hasta lo más profundo de mí ser; Picamills menciona a Padilla, su amigo del alma a la vez que se siente arte y parte de ese axioma tan popular, el que entendemos como FUERZA, PADILLA.
Analiza Antonio en sus letras de bienvenida a los lectores, toda la problemática de la fiesta actual; recuerda a Antoñete, se solidariza con Milagros del Perú, esa muchachita hermosa a la que apodera; aporta soluciones para los problemas de la fiesta; en definitiva, Picamills se vacía en su prólogo observando el mundo del toro actual para terminar, como no podía ser de otro modo, expresando su gratitud hacia todas las personas que con él han colaborado.
Miguel Koblet hace un sentido “Introito” para el dietario mientras que, Marc Lavie, el gran crítico francés se vacía por completo en el “PROLOGO” para el amigo del alma.
¿Qué decir del DIETARIO TAURINO? Está todo dicho. Ahí están todos los datos que cualquier aficionado o profesional quiere encontrar; cifras, estadísticas, clasificaciones, direcciones, teléfonos, periodistas, ganaderos, toreros, apoderados; todo el mundo del toro tiene su sitio en la obra de Antonio Picamills; en su generosidad, hasta hace mención de todos los sitios taurinos de la Red, así como de todas las publicaciones taurinas que puedan haber en el mundo y, como colofón, en esta ocasión le dedica el dietario a la carrera taurina de Dámaso González, no es mala la referencia.
Un año más me cabe el honor y el gusto de narrar para el amigo, pero no por ser amigo, más bien por la calidad de su obra que, para mi dicha, la construye un amigo del alma.
Que Dios te bendiga, Antonio.